Tengo una enormidad de palabrotas a la punta de la lengua, quiero destruir un poco el mundo y reformarlo de modo tal que mi deformidad de estado anímico se recupere un poco y me deje tranquila un rato, estos dos últimos días los enanitos extreme de colores oscuros que trabajan en la mente tormentosa están armando bastante alboroto y ni siquiera me dicen bien que es lo que está pasando para poder hacer algo para arreglarlo.
Me gustaría tener un bate de beisball y golpear algunas cabezas que estan de sobra en la cuatro por cuatro que me alberga a diario y que pronto ya no será mi segundo hogar, pero igual pienso que es un poco perder el tiempo, ese valioso para todos y que a mi a veces me sobra y no lo sé aprovechar.
Quisiera poder tener unas pinzas de laboratorio (esas gigantomásticas) y un bisturí, Ah! y por supuesto un anestésico local (aunque Drexler no es de esta locación creo que serviría perfecto para la ocasión), así podría estirpar a uno de los enanos malditos y hacerle un interrogatorio asi bien como de películas de detectives en la sala oscura con una mesa, silla y esa lámpara apuntandole fijo para ver cual es el meollo de asuntito este que no me gusta para nada, mis días (como nunca), habían estado super bonitos y ahora (siendo que ni siquiera estoy en santiago) caen unas pocas gotas opacando la vida (si lo sé, me gustan las gotitas siempre acompañadas de chocolate caliente o simplemente asi solas; pero ahora no no ahora).
Me gustaría aprender a ponerle final a las cosas, y no dejar siempre a medias cada pequeñéz que comience a hacer, o aprender también a empezar las cosas que estan en la mente y por estúpida razón no llegan más allá...
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