los escapados de siempre

quería decir tantas cosas, quería escribir tantas cosas...
es que hay tantas cosas dentro de este enredado madejo de hilos, lanas e ideas...

si, hoy es el último día de año es el día en el que la gente hace recuento de su año, las cosas buenas y las cosas malas, por lo general uno dice quedarse con las cosas buenas y cuando creía que esas cosas malas ya no afectarían, al momento de recordar se dan cuenta de que aun no le ha salido la carachita a esas heridas.

por mi parte, ese resumen y recuento lo hago a diario...y las heridas nunca son cubiertas por carachitas; sé que el año que viene lo más probable es que no sea mejor que el anterior, por que lamentablemente ( ni tanto) siempre es así, uno se crea tanta espectativa y luego todo se desmorona, prefiero quedarme en el terreno liso de la desesperanza (con una pizca de pseudomasoquismo)... lo que no quiere decir que le cierro las puertas a las cosas buenas que pueden venir, y que de seguro llegarán, pero cuando alfinal se sacan cuentas lo malo deja más huella; por que el ser humano por más que se intente convencer de que en su memoria afloran los buenos momentos, siempre cosechamos lágrimas de esos momentos desagradables.

es tonto, siempre intento prometer que escribiré cosas más austentosas ( no sé que significa esta palabra, tampoco se si existe, pero se me vino en mente y punto), cosas más choris pero nosé esas cosas son las que si no tengo papel o teclas a mano...se van de un momento a otro sin avisar.